Me observo. Quiero saber cuál es el impacto, la influencia, la aplicación del pensamiento en red en el ámbito educativo hoy. Específicamente, en el proceso de aprendizaje de los alumnos. Naturalmente voy a Google generalista y escribo el texto: “pensamiento + red + aprendizaje”. Deseo testear qué información está presente en la Web. Pienso que dependiendo de la utilidad de la información encontrada, refinaré mi búsqueda, utilizaré otros buscadores. Escribo el texto en español. Entonces decido restringir mi universo de búsqueda, desde un principio, al ámbito académico, con la idea de obtener información más precisa y pertinente. Utilizo Google Académico. Elijo Buscar en la Web.
Hago clic. En 0,06 segundos obtengo 38900 resultados. En la primera página de resultados, veo una lista de enlaces a documentos PDF y HTML, sin clasificar. Figuran otras 9 páginas y Siguientes donde seguiré viendo. Comienzo a leer:
Resultado 1
Leo el comentario y decido que no pertenece a mi ámbito de interés. Aparecen resaltadas dos palabras claves de mi texto de búsqueda pero considero que el enfoque de la información no es pertinente.
Resultado 2
La lectura del título me dice que el contenido puede resultar de interés. Tengo buenas referencias del autor del documento. El comentario me resulta significativo. El documento ha sido publicado dentro de los últimos cinco años (2007). Hago clic en el título porque decido leer el resumen del artículo. El contenido puede ser útil. Me ofrece confiabilidad la pertenencia de los autores a la Universidad de Sevilla, la publicación del artículo en la Revista RIED y la edición de la Asociación AIESAD. Guardo el enlace.
Resultado 3
Considero que la información pertenece a un contexto que no estoy relevando y la descarto.
Resultado 4
El título sugiere una visión amplia y posibilidad de contener información de interés. Aunque el año de publicación esté fuera del rango de búsqueda. Decido leer la introducción. La información puede ser de utilidad. Guardo el enlace.
Resultado 5
El título no resulta de interés.
Resultado 6
El título no resulta de interés.
Resultado 7
El título y los comentarios del documento indican que puede contener información de interés. Decido leer el resumen. Aunque el año de publicación esté fuera del rango de búsqueda, el contenido puede ser de utilidad. Me ofrece confiabilidad la publicación del artículo en una revista científica y la edición por la Universidad de Salamanca. Guardo el enlace.
Resultado 8
El título no resulta de interés.
Resultado 9
El título no resulta de interés.
Resultado 10
El título y los comentarios del documento indican que puede contener información de interés. Decido leer el resumen. El artículo está pendiente de publicación. Por lo tanto, lo descarto.
Como muestra de la manera en que analizo los resultados, presenté mis reflexiones en relación a la primera página de enlaces. Siguiendo la misma metodología, continúo con la revisión de las siguientes páginas. En la página 2, la temática abordada (que detecto a través de los títulos presentados) por los distintos documentos se alejan del eje temático de la búsqueda de interés. Y lo mismo sucede en las siguientes nueve páginas presentadas, en las cuales ya no encuentro información pertinente. Entonces, interrumpo la revisión de resultados.
Noto que el buscador no presenta títulos de documentos que asocien pensamiento en red de la manera deseada. Decido restringir la búsqueda, tratando de vincular más estrechamente pensamiento y red. En Google Académico escribo “pensamiento en red” como texto clave. Hago clic. Obtengo 64900 resultados en 0,17 segundos.
En las primeras diez páginas encuentro un artículo escrito por Sonia Abadi sobre el Pensamiento en Red y otros dos, de los cuales, uno lo aborda desde el pensamiento complejo y el otro desde el pensar en red. Serán de utilidad. Los guardo.
Observo que en el proceso de búsqueda se fragmentan las palabras claves (pensamiento, red, aprendizaje) que constituyen el texto clave por lo cual, la información que se presenta está descontextualizada, fuera de mi ámbito de interés. Como señala André Parente*, Doctor en Cine por la Universidad de París, en cuanto a que pensar en red no es pensar la red:
“Un día, los teóricos e historiadores de la comunicación van a darse cuenta de que pensar en red no es simplemente pensar la red, que en cambio implica la idea de lo social o la idea del sistema, pero sobre todo pensar la comunicación como lugar de innovación y del acontecimiento, de aquello que escapa al pensamiento de la representación. Hoy día, la comunicación se ha convertido en fundamento para las nuevas teconologías. “
Indago con otro buscador, Bing y escribo nuevamente “pensamiento en red”. Las primeras cuatro páginas presentan información específica sobre pensamiento en red (un modelo transdisciplinar desarrollado por la Dra. Sonia Abadi), desde distintos sitios Web y en diferentes soportes. Encuentro un video TED donde se habla de pensamiento en red como colaboración creativa. Pienso que “colaboración creativa“ puede ser un nuevo texto de búsqueda para seguir explorando. En las siguientes seis páginas de resultados, nuevamente se han fragmentado las palabras claves y la información ofrecida no resulta pertinente.
Decido concluir la búsqueda. He conseguido poca información relativa a “pensamiento en red en educación”. Intuyo que realizando la búsqueda por algún concepto equivalente, como colaboración creativa y otros similares (inteligencia colectiva), las posibilidades de éxito serán mayores. Dejo la tarea para otro momento. Concluyo que la actividad de búsqueda insume mucho tiempo porque se debe analizar la confiabilidad de la fuente de información y la pertinencia de cada documento encontrado. Evidentemente, sería de gran utilidad poder conocer e implementar estrategias que ayuden a precisar la búsqueda. En lugar de realizarla sólo por intuición.♦
*ESTÉTICA, CIENCIA Y TECNOLOGÍA. Creaciones electrónicas y numéricas. Compiladora Iliana Hernández García. Editorial Pontificia Universidad Javeriana. En: Enredando el pensamiento: Redes de información y subjetividad. André Parente. Pp. 71-84. Primera Edición 2005. ISBN: 958-683-791-2.